
No hay imagen más evocadora, si hablamos de soledad, que la de un astronauta alejándose en la noche cuando se rompe el cordón umbilical que le sujeta a la nave. Estos náufragos sin islas, sin Viernes, bengalas o posibilidad de rescate han sido utilizados en el arte para intentar transmitir lo insignificante y sobrecogedor de lo humano en la inmensidad del espacio. David Bowie le cantó a su Major Tom, Stanley Kubrick utilizó el instinto de supervivencia de un computador asesino HAL 9000, Alfonso Cuarón sacrificó a George Clooney en …
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