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Las familias ricas del siglo XVII, Siglo de Oro de la pintura de la intimidad en los Países Bajos, presumían de armarios llenos de ropa limpia envuelta en lavanda. En la calles, en cambio, los serenos canales retratados por los artistas hedían. No hay otra palabra para describir los efluvios de unas aguas convertidas en sumidero de basuras y residuos fecales. El museo Mauritshuis de La Haya ha reunido cerca de 50 cuadr…
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